CRíTICA DE ‘EL REINO DEL PLANETA DE LOS SIMIOS’, LA SAGA REGRESA PARA INICIAR UNA INTENSA NUEVA TRILOGíA

Las palabras no tienen un único significado, cambian con el tiempo, en función de quién las interpreta y según se van transmitiendo de persona a persona. A veces, lo que alguien quiso decir se deforma, se pervierte, se acomoda a los ideales de uno mismo. Como en los textos sagrados de una religión, la palabra constituye un dogma, pero solo para una parte de la comunidad; para otra, su semántica puede ser radicalmente distinta. La palabra de César es uno de los temas fundamentales de ‘El Reino del Planeta de los Simios’, la nueva película de la conocida saga de ciencia ficción. 300 siglos después de su muerte, lo escrito perdura, lo verbalizado emprende el vuelo y la antigua civilización cae en el olvido. “Simios. Juntos. Fuertes”, aleccionaba.

El filme dirigido por Wes Ball es una continuación, pero sobre todo un nuevo comienzo. Muchas generaciones después del fallecimiento del primer simio inteligente, la humanidad ha quedado diezmada y los papeles se han invertido: el mono es la especie dominante; el humano, la dominada. La civilización de los simios ha avanzado, pero no ha alcanzado el cenit tecnológico y científico de los seres humanos, el mismo que los condujo al desastre. Por eso, el aspecto tribal se trasluce en el personaje de Noa (Owen Teague), miembro del Clan de las Águilas. Esta especie de animal, amaestrado por la gente de su pueblo, conforma una relación de tintes simbólicos que se integra en los rituales del clan.

Las ideas de César se difuminan: un nuevo orden

Si las palabras de César apelaban a la unión entre simios, su significado ya había comenzado a desdibujarse a esas alturas, porque Próximus (Kevin Durand) —autodenominado César— intenta imponer su visión y no duda en utilizar la violencia si es preciso. Un ataque de sus tropas contra el clan de Noa encarrila la narración, que conduce al protagonista por el sendero del héroe. Contrasta la perspectiva sesgada de los simios con respecto a los humanos, pues ya han olvidado que en el pasado fueron la especie dominante. En ese sentido, sobresale el papel del sabio Raka (Peter Macon) y la relación que se desarrolla con la humana Nova (Freya Allan). Algunos creían que las personas eran salvajes, pero la capacidad de habla no ha desaparecido en todos los individuos.

La película es magnífica en su apartado técnico y visual: el acabado de los simios y las animaciones con captura de movimientos siguen evolucionando y muestran un nivel de alta factura, al igual que los escenarios, que cautivan con su viva naturaleza y misteriosas ruinas.

El Reino del Planeta de los Simios’ funciona como película iniciática, casi como si fuera un ritual. Construye bien a los personajes, los prepara para la acción y los hace evolucionar a lo largo de 145 minutos que pasan volando, cual águila libre. Tiene un final ciertamente poético, aunque un poco absurdo teniendo en cuenta el contexto en el que se desarrolla (no especificamos más para no incurrir en destripes). Por otro lado, el conflicto con Próximus se nos ha quedado un poco a medias, así que a la parte final de la película le falta un poco más de punch gorilesco. Por lo demás, un blockbuster en toda regla.

2024-05-08T15:09:40Z dg43tfdfdgfd