RóISíN MURPHY Y SU POLéMICA TRANS: "LOS QUE NO LO ENTENDIERON SE TENDRáN QUE BUSCAR OTRA DIVA"

Prototipo de buen gusto musical e imagen sofisticada, Róisín Murphy, la icónica excantante de Moloko, se reencuentra con el público tras la reciente salida de su sexto disco, Hit Parade (Ninja Tune, 2023). Con la gira del mismo, que recalará en Madrid en junio, la artista deja atrás sus controvertidas declaraciones en contra de los bloqueadores hormonales en menores de edad, que decepcionó a parte de su público. Desde su casa en Ibiza —donde reside desde la pandemia— habla de su momento actual.

PREGUNTA. ¿Cómo es su vida cotidiana en Ibiza?

RESPUESTA. No tengo vida cotidiana. Cuando me mudé aquí era la pandemia. Ese fue un tipo de vida. Luego estuve trabajando en el diseño y la imagen del disco. Y luego lo saqué. A partir de entonces he estado yendo y viniendo; llevo así los últimos dos años.

P. ¿Nada de discotecas?

R. No, ni de broma. Estoy actuando en la… [se escuchan ladridos] Perdona. Tenemos un perrito pequeño y vienen unos perrazos de visita y no se llevan muy bien. Decía que estoy actuando en Dalt Vila este fin de semana. Va a ser un rollo bastante ravy. Trabajo cerca de los ambientes de los clubes, raves y todo eso, pero estoy un poco mayor para estas cosas. El año pasado no fui ni a una sola discoteca. Y no quiero ir. Puede que me vuelvan las ganas, quién sabe.

P. ¿Se puede seguir haciendo música de baile cuando ya no tienes ganas de salir de fiesta?

R. Sí… Bueno, en todo caso la música de baile no es muy lo mío, aunque haya algunos temas excepcionalmente. Ya no la escucho mucho últimamente. Y honestamente, en Hit Parade no era en absoluto prioritario. No dijimos: hay que hacer música de baile; simplemente hicimos música. Desde Moloko, siempre he hecho distintos tipos de música. Yo diría que Róisín Machine fue el disco lo más… bueno, no diría que ese disco estaba enfocado a las discotecas, era más bien acerca de estas.

La cantautora Róisín Murphy. (Nik Pate)

P. Tardó Vd. seis años en hacer su último disco, 'Hit Parade'. ¿No llegó a perder el feeling a lo largo del tiempo considerando el aislamiento, la pandemia y la lejanía de su productor, el alemán DJ Koze?

R. No, porque su música es tan… inmediata, no en un sentido pop, sino en un sentido físico. Cada vez que me enviaba una pista nueva era excitante, como un regalo. Desde un principio me dijo: esto no va a ser cosa de cinco minutos. Y yo acepté. Creo que uno de mis puntos fuertes es que puedo trabajar con productores muy distintos, gente que hace música muy especial de un modo muy especial. Yo les respeto y les dejo trabajar. No me emparanoio… Bueno, a veces sí. Pero lo supero. Y les dejo que me enseñen cómo hacen estos discos maravillosos, aunque yo no trabaje así.

P. ¿Y cómo trabaja?

R. Bueno, en este caso fue a mi ritmo, trabajando con un 'software' llamado Ableton, grabando canciones en casa. Él me mandaba una pista y a partir de ahí yo escribía.

P. ¿Cuál es la filosofía de este disco?

R. Creo que en todos mis discos aparecen una y otra vez las mismas temáticas. En todo lo que escribo aparece la idea de sumisión. En Free Will [Libre albedrío] está encapsulada la idea de que no tenemos libertad sobre nuestro próximo pensamiento; de quién te vas a enamorar, cuánto durará... La única oportunidad que realmente tienes de disfrutar la vida es surfear sobre esos sentimientos. No tenemos control de las olas que hay debajo; van a sobrepasarte de todos modos. Overpowered ya era una canción sobre el aspecto científico de este fenómeno, la otra cara de la misma moneda: las hormonas y la química inundan tu cerebro y no te dejan otra opción. Es como un interruptor que ni siquiera pulsas tú. Hay muchas canciones que hablan de ser decisivos, de controlar nuestro propio destino… pero eso no es de lo que escribo yo. Hay una fuerza muy grande en reconocer que no siempre puedes ser fuerte. Yo soy un perrito.

P. ¿Un perrito?

R. Un perrito.

P. Una de sus nuevas canciones, 'Cocool', aparece en la lista de Spotify de 2023 del presidente del gobierno de España. ¿Cómo lo ve eso de estar entre los favoritos de Pedro Sánchez?

R. Sí, eso he oído. Según parece no es una playlist muy larga, no? ¿Cuántos seguidores tiene?

P. No lo sé.

R. Bueno… En todo caso no es su especialidad, ¿no?

"Para algunos personas es positivo y me aman porque soy una diva; para otros es ser una zorra. Yo personalmente no me veo como una diva"

P. ¿Cuánto disfruta de los conciertos, considerando que es usted tan perfeccionista en el estudio?

R. Me encantan ambos lados del trabajo, son dos estilos de vida muy complementarios. Cuando estás escribiendo es un momento más tranquilo; no viajas, es un momento mucho más íntimo e interior. Pero en mis giras gozo de un ambiente familiar increíble. Trabajo con el mismo director musical desde hace 28 años. Me encanta actuar, creo que es bastante obvio. Cualquiera puede ver que me entrego completamente.

P. ¿Cuál es su estado de ánimo actual respecto a la moda?

R. Un poco conservador. Estoy en mi edad madura, como puedes ver [ríe]. Tengo una colección de fulares. Tengo un montón, son como obras de arte. Mira esta, es como una pintura [la enseña a través de la pantalla durante la entrevista, vía Zoom]. Luego, dependiendo de la música, puedo cambiar de un tema a otro. Siempre me visto sola, no es que tenga un equipo de estilistas corriendo detrás de mí. Es un trabajo muy duro. Pero lo hago. Probablemente no parece difícil y se supone que debe hacer que parezca fácil. Pero no lo es. Y lo hago yo misma. Que quede claro.

P. Queda claro.

R. Últimamente en los conciertos hago un poco de Houdini; hay cierta vibra mágica. Llevo un sombrero de copa. Es una pieza muy especial, de seda, tiene como cien años o más. De acuerdo a la ley británica es ilegal llevarlo. Podrían arrestarme por llevarlo.

P. ¿Cómo?

R. Sí, porque no soy una duquesa o un lord o algo así.

"La música depende del momento. Yo escucho mucho dub reggae. Eso es lo que hace que mi ritmo cardíaco baje y me tranquilice"

P. Usted es una diva, o así llevamos años considerándola. ¿Deberíamos dejar de decírselo? ¿O, al contrario, recalcarlo?

R. Es una palabra de doble filo. Para algunas personas es positivo y me aman porque soy una diva; para otros es ser una zorra. Yo personalmente no me veo como una diva. Simplemente me veo como un artista trabajadora. Y me siento muy feliz de serlo. Cada año que pasa me sorprendo más y más de seguir aquí haciéndolo. No puedo creer que siga aquí.

P. El año pasado se posicionó en contra de la prescripción de bloqueadores hormonales en menores de edad, lo que puso en su contra a parte de su público. ¿Piensa que sus fans LGTBQ han entendido y aceptado sus disculpas y que la cuestión ha quedado olvidada? ¿Espera que acudan a disfrutar de su espectáculo, o espera algo más?

R. Parece que es sí. Eso parece. Creo que fundamentalmente la gente comprendió desde dónde me pronuncié. Y tanto si estaban de acuerdo o no con lo que dije, entendieron que venía de un lugar en el que estaba pensando en los niños. Todo vino de ahí. La mayoría de la gente lo vio así, incluso la parte LGTBQ de mi público. Aquellos que no lo entendieron nunca lo entenderán. Está bien, pero tendrán que buscarse otra diva.

P. ¿Cuál es su idea de la canción perfecta? ¿O de la música perfecta?

R. No existe la perfección. La música depende del momento. Yo escucho mucho dub reggae. Eso es lo que hace que mi ritmo cardíaco baje y me tranquilice. Cuando llega el estrés, busco esa droga.

P. Buena música para una isla.

R. Buena música, cualquier lugar. Buena música para Babilonia. Buena música para cuando estás en medio del infierno.

P. ¿Qué hará usted el resto del día?

R. Más entrevistas.

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