EL PRíNCIPE ENRIQUE CELEBRA LOS 10 AñOS DE LOS JUEGOS INVICTUS EN LONDRES, PERO NO SE VERá CON SU PADRE

El príncipe Enrique (Londres, 39 años) ha aterrizado este martes 7 de mayo en Londres para celebrar el décimo aniversario de los Juegos Invictus, el evento deportivo que fundó para militares heridos en combate. Sin embargo, no aprovechará el viaje, después de unas 10 horas de vuelo desde California, para reunirse con su padre, el rey Carlos III, que a sus 75 años se encuentra en pleno tratamiento contra el cáncer y al que solo ha visto una vez desde que el monarca hiciera pública la noticia de su enfermedad a principios de febrero. La causa, según ha dicho un portavoz del duque de Sussex y recogen medios británicos como el Daily Mail o The Telegraph, es la “apretada” agenda del rey en los días en los que su hijo menor va a estar en suelo británico.

Enrique de Inglaterra ha llegado esta mañana a Londres en un vuelo procedente de Estados Unidos, donde reside en California desde 2020 con su esposa, Meghan Markle, y sus dos hijos, Archie y Lilibet. “Aunque fueron los compromisos de los Juegos Invictus los que lo trajeron de vuelta al Reino Unido, había esperado fervientemente que la visita también le permitiera ponerse al día con su padre”, ha publicado The Telegraph. Pero, finalmente, no va a ser posible. “En respuesta a las muchas preguntas y a la continua especulación acerca de si el duque se reunirá o no con su padre mientras se encuentra esta semana en el Reino Unido, desafortunadamente no será posible debido al programa lleno de su majestad”, ha indicado un portavoz de Enrique. La fuente agrega que “el duque, por supuesto, es comprensivo con la agenda de compromisos y otras prioridades varias (del rey) y confía en verlo pronto”. Carlos III precisamente retomó su actividad pública la semana pasada, casi tres meses después de suspenderla por su enfermedad.

Está previsto que el hijo mejor del monarca británico esté ocupado en su ciudad natal participando en encuentros vinculados a los Juegos Invictus, donde participan exmilitares de guerra heridos en combate. La primera parada a su llegada a la capital ha sido este mismo martes, en la sede de la Antigua y Honorable Compañía de Artillería para una cumbre en la que ha dado un emotivo discurso. “Ha sido un honor ver crecer a la Fundación Invictus Games a lo largo de los años; lo que comenzó como una visión para rendir homenaje al coraje y la resiliencia del personal de servicio herido y enfermo, y a los veteranos, ha florecido en una organización internacional construida sobre la esperanza, la fuerza y la unidad”, ha asegurado delante de su público. “Juntos, hemos creado un legado que trasciende el deporte; una comunidad que abraza la compasión, el respeto y la confianza inquebrantable en el poder del espíritu humano”, ha agregado sobre una competición que convirtió en motivo de un documental dentro de su acuerdo con Netflix.

Mañana miércoles, está previsto que Enrique de Inglaterra asista a un acto de Acción de Gracias para marcar el décimo aniversario de los Juegos en la catedral de San Pablo de Londres, donde estará a cargo de una lectura. Según recogen varios medios británicos, ha extendido una invitación a su familia, pero todo apunta a que no van a acudir. El rey, por su parte, tiene una agenda “apretada” esta semana que le dejará poco espacio para posibles encuentros con su hijo menor, según el palacio de Buckingham. Es probable que este miércoles esté en Londres para su habitual audiencia semanal con el primer ministro Rishi Sunak y el jueves, en principio, tiene un compromiso público fuera de Londres. Carlos retomó su agenda oficial, que “se gestionará cuidadosamente para minimizar cualquier riesgo para su salud”, el pasado 30 de abril, después de casi tres meses de limitarse a audiencias en palacio y actos en familia. También continúa con su tratamiento contra el cáncer, que implica citas regulares al hospital.

The Telegraph resalta que hay pocas dudas de que el duque de Sussex confiaba en poder reunirse con Carlos III, a quien vio por última vez el pasado 6 de febrero en Clarence House, la residencia donde el monarca pasa la noche cuando está en Londres y que perteneció en su día a su abuela, la reina madre. Lo hizo pocas horas después de que el palacio de Buckingham anunciase la enfermedad del rey, pero el encuentro entre ellos apenas duró media hora. “Estoy agradecido de haberme podido subir a un avión e ir a verlo y pasar tiempo con él”, aseguró 10 días después en una entrevista para el programa Good Morning America de la ABC. También prometió que lo visitaría en un futuro cercano, pero ese futuro cercano, de momento, tendrá que esperar un poco más. Además, los expertos consultados por los medios británicos también descartan un encuentro entre Enrique, su hermano mayor, el príncipe Guillermo, y su cuñada, Kate Middleton, que también está recibiendo un tratamiento contra el cáncer que anunció que padecía el pasado 22 de marzo.

Después de esta visita de dos días a la que ha sido su casa durante décadas, está previsto que Enrique vuele a Nigeria el jueves en un viaje que también estará centrado en los Juegos Invictus. Ahí sí le acompañará su mujer, Meghan Markle.

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